Come saludable y vive bien

Come saludable y vive bien

A través de los últimos años, millones de artículos y libros se han escrito sobre “dietas”, al punto que al menos tocamos en nuestros círculos sociales y familiares este tema una vez al día. Piénselo y verá que tengo razón. El punto es que la palabra dieta ha sufrido de una alteración tan grave, que lo único en lo que pensamos nos produce pánico, terror, amargura y sufrimiento, entre otros…

Sabía usted que la palabra dieta proviene del griego dayta, que significa “régimen de vida”, es una forma en la que debemos suministrar los nutrientes necesarios a nuestro cuerpo para que tengamos suficiente salud y bienestar.

Una alimentación adecuada debe contener todos los grupos de los alimentos, puesto que cada uno de ellos aporta a nuestro sistema un componente básico para la buena salud. Las proteínas, por ejemplo, ayudan en la construcción y mantenimiento de nuestra masa muscular, además de generar anticuerpos y nivelar nuestro PH. Los carbohidratos por su parte son nuestros mejores proveedores de energía. Son las “baterías de nuestro sistema”.

Si usted aún es de los que considera que son los “villanos” de la dieta, está muy equivocado. Cuando se suspende su consumo el cuerpo se descompensa rápidamente y comenzamos a perder peso de manera dramática, pero cuando nuestro sistema lo requiera nuevamente (porque así va a suceder) el metabolismo no hará combustión de éstos y recuperaremos el peso perdido y mucho más.

Grasas

Las grasas por su parte son una fuente concentrada de energía, lo cual en sí justifica su consumo moderado. Estas “amigas” movilizan elementos nutricionales indispensables a través de las células. Este es el caso de los llamados ácidos grasos esenciales y determinadas vitaminas (A, D, E y K son algunas de ellas).

Vitaminas

Las vitaminas son sustancias orgánicas imprescindibles para la vida. Se obtienen a través de la alimentación, ya que nuestro organismo no puede producirlas. Su función principal es controlar y regular el metabolismo, participando activamente en la formación de gran cantidad de sustancias y estructuras como enzimas, hormonas y proteínas. Forman parte en infinidad de reacciones químicas y controlan la obtención de energía a partir de los macronutrientes.

Un menú diario regular que contenga estos elementos proveerá una salud óptima y la vitalidad necesaria para el excelente desempeño de nuestras actividades cotidianas. No obstante incluir frecuentemente alimentos demasiados procesados como dulces, gomas, paquetes y gaseosas entre otros, hará que nuestro cuerpo utilice todos sus recursos naturales en tratar de eliminarlos, dando como resultado cansancio físico y mental, depresión y mayor propensión al ataque de enfermedades.

Chocolates

¿Sabía usted que el chocolate y las bebidas carbonatadas (gaseosas) por ejemplo son unos de los mayores responsables de los ataques de migraña? Además su consumo regular libera en el organismo sustancias que producen sensación de “placer”, pero su efecto es tan corto que cuando la sustancia comienza a desaparecer de nuestro sistema, produce ansiedad y en el largo plazo depresión. Esto sin mencionar la descalcificación que produce el consumo regular de las gaseosas oscuras.

Tenga en cuenta que no necesitamos azúcar, la glucosa que nuestro cuerpo requiere está contenida en las frutas. Cuando consumimos de 2 a 3 porciones de éstas al día, nuestra sangre satura la fructosa y comienza a desparecer la ansiedad por el dulce.

Si usted es de los que se considera adicto a los postres y azúcares, chocolates o gaseosa, experimente de manera sencilla cómo modificar este mal hábito: cada vez que sienta ansiedad por un chocolate o un helado o simplemente un caramelo, llévese a la boca 4 o 5 uvas. Verá cómo en menos de tres días la ansiedad por el dulce desaparece.

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